Cuando abres una aplicación, esperas que funcione a la perfección: que los botones respondan, que la información se guarde correctamente y que no se cuelgue en los momentos más importantes. Pero detrás de cada software exitoso hay un proceso invisible pero esencial: el arte de probar software.
Este artículo explica por qué las pruebas no son una tarea secundaria, sino un paso clave para garantizar la calidad, seguridad y accesibilidad de cualquier producto digital.