Para cambiar un poco la tonalidad de la web, y dado que los autores de la misma nos encontramos en la recta final del grado que estudiamos, creemos que puede ser una buena idea iniciar una serie de post en los que aconsejemos a los estudiantes de primer año o aquellos a los que se les esté haciendo su paso por la universidad un poco cuesta arriba. Por ello, iniciamos esta serie con un post dirigido a los estudiantes de primer año que se enfrentan a la nueva experiencia que es la universidad.
Para que esta iniciativa siga evolucionando, es necesario que los lectores aportéis cierto feedback, comentando en los distintos artículos vuestras objeciones y concordancias con lo que aquí se escribe, para así conseguir una mayor riqueza y calidad en lo que escribimos. Así todos ganamos, nosotros escribimos post que aporten más a la gente que llega nueva a infseg y vosotros ganáis en calidad y satisfacción de lectura. Además, si os surgen preguntas o dudas acerca de lo que os depara en la Universidad también lo podéis consultar por aquí.
Sin más dilación, allá van los primeros consejos que os damos desde infseg para intentar haceros la vida más fácil en vuestro paso por la universidad.
1. Esto no es el instituto. Ahora estás solo ante el peligro.
Tranquilo. No quiero decir que no vayas a tener amigos o que tus profesores no vayan a hacerte caso (aunque…). Lo que quiero decir con esto es que en la Universidad tienes que aprender a administrar tu tiempo y aumentar un grado de responsabilidad. En la etapa previa (instituto) lo normal es que tu clase no supere los 30 alumnos (otro aunque…). Gracias a ello, los profesores pueden tener un trato más cercano con los alumnos, conocen (más o menos) la situación particular de cada uno, pueden distinguir una mala conducta de un mal día… en definitiva, es más fácil que te echen una mano porque hay menos gente a la que atender.
En las clases de universidad, dependiendo de distintos factores (grado que estudias, asignatura concreta…), la media de personas matriculadas en una clase está entre 70 y 100. Esto significa que los profesores tienen que amoldar sus clases a un nivel y situación general, por lo que si algo se te da muy bien lo más probable es que te aburras y si se te da muy mal es probable que sientas ganas de abandonar porque piensas que la clase avanza demasiado rápido o que no tienes el nivel.
Por todo ello, es importante que aprendas a ser tu propio jefe y organizarte de modo que puedas compatibilizar tus estudios con el resto de aspectos de tu vida. Ya no va a haber nadie detrás de ti poniéndote negativos por no hacer los deberes o no haberte estudiado la lección. A partir de aquí, acertarás y fallarás, te equivocarás y rectificarás, pero todo será por ti mismo.
2. Empieza a ser autodidacta. Aprende cosas por ti mismo.
Muchas veces sucede que los alumnos inician sus grados y se encuentran con una realidad que no es la que esperaban. Es posible que en el primer año de carrera (e incluso parte del segundo) curses asignaturas que te hagan preguntarte “¿Y esto qué tiene que ver con mi carrera?”. Es así. El primer año de carrera es una especie de toma de contacto, no vas a meterte de lleno en faena.
Pero gracias a Berners Lee hoy en día tenemos acceso a una herramienta de conocimiento brutal en la que encontrar cientos de recursos compartidos por miles de personas: Internet.
Si quieres aprender algo, existen cantidad de portales, información, MOOC’s… en la red que te pueden servir como apoyo para obtener conocimientos. Al final de este artículo encontrarás una [Para cambiar un poco la tonalidad de la web, y dado que los autores de la misma nos encontramos en la recta final del grado que estudiamos, creemos que puede ser una buena idea iniciar una serie de post en los que aconsejemos a los estudiantes de primer año o aquellos a los que se les esté haciendo su paso por la universidad un poco cuesta arriba. Por ello, iniciamos esta serie con un post dirigido a los estudiantes de primer año que se enfrentan a la nueva experiencia que es la universidad.
Para que esta iniciativa siga evolucionando, es necesario que los lectores aportéis cierto feedback, comentando en los distintos artículos vuestras objeciones y concordancias con lo que aquí se escribe, para así conseguir una mayor riqueza y calidad en lo que escribimos. Así todos ganamos, nosotros escribimos post que aporten más a la gente que llega nueva a infseg y vosotros ganáis en calidad y satisfacción de lectura. Además, si os surgen preguntas o dudas acerca de lo que os depara en la Universidad también lo podéis consultar por aquí.
Sin más dilación, allá van los primeros consejos que os damos desde infseg para intentar haceros la vida más fácil en vuestro paso por la universidad.
1. Esto no es el instituto. Ahora estás solo ante el peligro.
Tranquilo. No quiero decir que no vayas a tener amigos o que tus profesores no vayan a hacerte caso (aunque…). Lo que quiero decir con esto es que en la Universidad tienes que aprender a administrar tu tiempo y aumentar un grado de responsabilidad. En la etapa previa (instituto) lo normal es que tu clase no supere los 30 alumnos (otro aunque…). Gracias a ello, los profesores pueden tener un trato más cercano con los alumnos, conocen (más o menos) la situación particular de cada uno, pueden distinguir una mala conducta de un mal día… en definitiva, es más fácil que te echen una mano porque hay menos gente a la que atender.
En las clases de universidad, dependiendo de distintos factores (grado que estudias, asignatura concreta…), la media de personas matriculadas en una clase está entre 70 y 100. Esto significa que los profesores tienen que amoldar sus clases a un nivel y situación general, por lo que si algo se te da muy bien lo más probable es que te aburras y si se te da muy mal es probable que sientas ganas de abandonar porque piensas que la clase avanza demasiado rápido o que no tienes el nivel.
Por todo ello, es importante que aprendas a ser tu propio jefe y organizarte de modo que puedas compatibilizar tus estudios con el resto de aspectos de tu vida. Ya no va a haber nadie detrás de ti poniéndote negativos por no hacer los deberes o no haberte estudiado la lección. A partir de aquí, acertarás y fallarás, te equivocarás y rectificarás, pero todo será por ti mismo.
2. Empieza a ser autodidacta. Aprende cosas por ti mismo.
Muchas veces sucede que los alumnos inician sus grados y se encuentran con una realidad que no es la que esperaban. Es posible que en el primer año de carrera (e incluso parte del segundo) curses asignaturas que te hagan preguntarte “¿Y esto qué tiene que ver con mi carrera?”. Es así. El primer año de carrera es una especie de toma de contacto, no vas a meterte de lleno en faena.
Pero gracias a Berners Lee hoy en día tenemos acceso a una herramienta de conocimiento brutal en la que encontrar cientos de recursos compartidos por miles de personas: Internet.
Si quieres aprender algo, existen cantidad de portales, información, MOOC’s… en la red que te pueden servir como apoyo para obtener conocimientos. Al final de este artículo encontrarás una]1 más populares en España (con cursos tanto en español como en inglés).
Otra buena opción es darse un paseo por la biblioteca del campus (no todo va a ser cafetería y mus), que seguramente cuente con bibliografía y recursos que utilizan tus propios profesores.
3. Encuentra un equipo que te motive y con el que estés a gusto
Otro punto importante que debes tener en cuenta es que en la Universidad muchos de tus trabajos serán en grupo y que parte de tu nota no dependerá únicamente de ti. Por tanto, es importante que encuentres un equipo de gente con el que congenies bien y no tengáis muchos problemas. Este grupo no tiene por qué ser tu grupo de amigos de la universidad (si tus amigos son buenas personas pero son unos vagonetas, quizá no te convenga trabajar con ellos).
“Pero mi profesor hace los grupos de forma aleatoria, este punto no me sirve.” Error.
Cuando tu profesor haga grupos aleatorios, quizá tengas que poner un poco más de tu parte, pero tienes que intentar contagiar tus ganas y tu sentido de la responsabilidad al resto del equipo para que todo vaya por buen camino. Aunque siempre cabe la posibilidad de que…
Puede que acabes así
4. Pregunta todo lo que se te ocurra
Suele pasar que cuando llegas a la universidad te da aún más miedo preguntar dudas de lo que te daba en el instituto. Hay más gente en clase y siempre está el miedo de “quedar mal” por preguntar algo que tal vez sea obvio para los demás. Hay que quitarse este miedo y preguntar, recuerda que estás estudiando una profesión y que cuanto más sepas acerca de ella más probabilidades de éxito tendrás en tu vida profesional. Tal vez acabe quedando peor el que no pregunta para no parecer tonto que el que pregunta todo el tiempo.
Si no consigues quitarte la vergüenza y no te ves capaz de preguntar en alto en clase, apunta todas las dudas que te surjan y cuando acabe la clase pide una tutoría a tu profesor (o solicítala vía e-mail cuando llegues a casa). Aunque no lo creas, a muchos profesores les gusta que les pregunten dudas y siempre estarán dispuestos a buscarte un hueco para una tutoría (habrá unos más ocupados/dispuestos y otros menos, pero tienes derecho a tutoría siempre que esté justificada)
5. Pero no preguntes al final
Está bien que te surjan dudas y que vayas apuntando un pequeño glosario con todas ellas para aprovechar en los huecos que tu profesor tenga libres. Pero no dejes las dudas para el día o la semana anterior al examen, porque entonces quizá sea demasiado tarde. De hecho, tal vez lo mejor sea que resuelvas tus dudas lo antes posible, ya que esto te permitirá reengancharte lo antes posible al ritmo de la clase y tener frescos los contenidos en tu cabeza, con lo que los asimilarás con mayor facilidad y rapidez.
6. No te asustes por suspender alguna. Es lo normal.
Suele pasar que muchos alumnos que han sido buenos estudiantes y han obtenido buenas calificaciones durante su época de instituto lleguen a la universidad y se lleven una desagradable sorpresa cuando suspenden alguna asignatura.
No te preocupes si es tu caso. Es normal que la adaptación a este nuevo camino se haga un poco cuesta arriba y que lo que antes te costaba un 50% de tu esfuerzo ahora te cueste un 70%. Pero si pones empeño y actitud, te garantizo que acabarás aprobando todo sin ningún problema. Solamente tienes que repartir bien tu tiempo y aplicar la técnica de estudio que más te ayude. Como decíamos en el punto número 1, debes ampliar tu responsabilidad y asumir que ahora tienes que trabajar duro para conseguir resultados que destaquen.
7. Sigue la filosofía de “lo mejor para el final”
A la hora de estudiar, uno de los consejos personales que puedo ofreceros es que sigáis la filosofía de “lo mejor para el final”. Con esto me refiero a que, a la hora de estudiar o hacer prácticas, realicéis primero las tareas que os resulten más tediosas o que os gusten menos. Esto hará que en tus momentos de mayor productividad centres tus esfuerzos en hacer lo que más te cuesta o lo que menos te gusta, para luego hacer lo que más te motiva cuando tu cerebro esté más “frito”.
Por el momento creemos que estos son los mejores consejos que os podemos dar desde infseg a todos aquellos que iniciáis vuestra aventura en la universidad, y para aquellos que habéis empezado y consideráis que hay algo que no va bien, tal vez estos consejos os ayuden un poco en vuestra etapa universitaria.
Si tienes dudas acerca de algo respecto al artículo o respecto a la universidad, no dudes en comentar. En el caso de que tu pregunta sea sencilla, te responderemos al propio comentario. Pero consideramos que es lo suficientemente compleja como para dedicarle un post, no dudes que lo haremos.
A continuación os dejamos la lista con los recursos que os comentábamos en el punto 2:
1. Futurelearn
2. Aprendo
3. Lore
4. edX
6. UniMOOC
7. Miríada X
8. URJCx