Ayer día 16 de febrero Apple publicó una carta (en inglés), informando de la orden del juez que les obliga a ayudar al FBI. Este no es un tema trivial, ya que les obligan a desbloquear un iPhone 5C perteneciente a un terrorista involucrado en el tiroteo de San Bernardino. Es un problema de la seguridad de los iPhone la cual nos repercute como usuarios.

¿Es tan importante?

Bajo nuestro punto de vista, creemos que sí. Es un acto sin precedentes pedir a una empresa que cree una vulnerabilidad para poder acceder a los datos. Apple en este caso, desde hace años lleva la seguridad y la privacidad a su máxima expresión, creando una de las aplicaciones de envío de mensajes más seguras y creando un sistema operativo bastante seguro.

Tengo que apuntar que Apple ha estado ayudando en todo lo que ha podido al FBI durante la investigación.

Piratear un iPhone, ¿sabe qué es eso?

Si ha tenido un iPhone, al igual que nosotros, sabrá que lo primero que se hacía era piratearlo. Añadir funcionalidad que Apple no quería incluir o en ese momento no era su prioridad. Poco a poco Apple ha ido añadiendo esas partes que el usuario necesitaba, pero se siguen pirateando. Cada vez es más complicado debido a dos razones: la primera, cada vez que aparece un método de piratearlo éste se arregla con la siguiente versión; la segunda, cada vez es más complicado piratearlo con la evolución.

Hablemos de Seguridad.

Lo que el FBI le pide a Apple es una actualización que introducir al iPhone del terrorista para saltarse la seguridad y poder acceder a todos los datos. El cuerpo de seguridad americano dice sólo usarlo en este caso puntual, pero si tienen en poder este método cualquier iPhone estaría comprometido.

¿Quiere usted que puedan ver todo lo que tiene en su teléfono móvil? Los dos sabemos la respuesta.

Así mismo, el gobierno le pide a Apple algún método para poder entrar en un iPhone, el ejemplo expuesto en la carta es poder introducir electrónicamente la contraseña del iPhone, es decir, conectar tu iPhone a un ordenador y que éste pueda probar cada uno de los códigos. La mayoría de los usuarios pone un PIN de cuatro dígito; esto supone 10.000 posibles códigos. Haciendo un cálculo al alza, podemos decir que un ordenador prueba una contraseña por segundo, esto son diez mil segundos, que son tres días. En 3 días alguien podría saber toda su vida.

Conclusión

Nosotros, tanto Sergio Pérez como yo, Enrique García, creemos en la privacidad y en la seguridad de las personas. Esperamos que se resuelva el tema pronto y sea a favor del usuario. Algunos lectores, como usted, pueden preferir sacrificar su privacidad en favor de saber lo que contiene el móvil de un terrorista. Cada uno tiene sus prioridades, pero no sé si le gustará que puedan espiar su móvil en esos momentos de intimidad que tenemos en la vida.